Quizás, quizás, quizás…

Quizás un día preguntes y hayamos olvidado las respuestas.

Quizás un día las busques y ya no sepamos qué preguntarnos.

Sin duda, seguiremos aquí para responder lo que no haya borrado el olvido, para recordar lo que el tiempo guste en dejar…

O quizás no…who knows?

Microrrelato de invierno (II)

Nieva. Recuerdo tu poema, que no era, sino prestado.

“No fue un sueño,

– lo vi-

la nieve ardía”

¿Cuántos años han pasado? y aún sigue intacta la distancia. El deseo. La memoria. Y la realidad, los tres abogados, de Montero. «Porque todo concluye, pero nada se calma. / Que no puedas perder lo que perdiste no da tranquilidad, sino vacío.

Y vuelves. Al devolverte al pensamiento resucitas…

«Gracias por dar señales de vida»- te respondo.

«Y yo tengo frío. Mucho frío. ¿Puedes ponerle música a la letra?»- separadas por un minuto cada frase.

En off: Siempre se me dio mejor al revés, adornar de letras la música, pero todo es posible…

«Que se baile bien, por favor»-añade.

Y yo enmudezco, de repente, fuera en la ventana, la nieve arde…

DEBERES (II)

De repente me acordé de una canción de Narnia, por la lírica, no porque me apetezca ahora escuchar este tipo de música, pero las letras de «trapped in this age» me devolvieron a ti…

«I’m tired and frustrated

Standing at the crossroad

Which one is the right?

It’s hard to choose the right way

Listening to my heart’s voice

But I can’t hear the words….»

Escúchate, escucha la voz que grita desde dentro…

Dolor XI

Ven, ven aquí. Discúlpame. Yo también. Sí, toca mis heridas. Aquí, de rosa carne queloide, intactas, quedan todas las cicatrices. No, no me avergüenzo, llevo a gala los recuerdos que nos hicieron llegar donde estamos…aunque no quiera detenerme demasiado en ellos, la vida es lucha constante, pasajera, siempre adelante, siempre…

Perdóname que no sepa hoy acunarte, torpemente, mi cansancio tropieza con el tuyo, dolores hermanos, las palabras no bastan…pero te entiendo, créeme que te entiendo, mejor de lo que imaginas, mejor que nadie, mejor que tú…

Y sé que volverás a volar, bien alto, bien lejos…y yo te contemplaré surcando el cielo, como antes, como siempre…

Mariage…

Apenas conocía a nadie. Apenas les conocía a ellos. Pero eran la suerte de familia y de amigos que le rodeaban en esa intensa existencia de los últimos meses…

Ella dijo «Oui. Et toi…veux-tu être mon époux?»

Parpadeó, seguía pareciendo todo un sueño, pero demasiado real…

Nota a pie de página, para no olvidar: Fue una de las bodas más hermosas que recuerdo…

Certezas (V)

Me sorprende la instantánea, ajena completamente. Quisieras parecer tú, pero ya no lo eres. Ni siquiera te asemejas a aquello que fuiste para mí. Y lo lamento, lamento las pérdidas y los desencuentros, las palabras vacuas, los silencios sordos…

Elegimos. Estar o no. Sentir o no. Hacer o no. Elegimos. Aunque queramos convencernos de que no, sí que lo hacemos; consciente o inconscientemente.

Y casi que puedo decirte que ya no me duele, acepto las nuevas reglas del juego, sólo que, quizás un día, cuando quieras volver, yo ya no esté.

Y volver, volver, volver…

Vuelve. Regresa a colocar los puntos cardinales orientados, sin perder de vista tu Norte, que puede ser tu Sur o tu poniente, qué más da…

Vuelve a desandar lo andado, a comenzar de nuevo, una y otra vez, sin cesar, vuelve a las raíces, a la esencia, vuelve para encontrarte, para perdonarte, para no perderte una vez más…